Cómo ponerle precio a tu trabajo # 2

Hola mis queridos artistas y creativos. Hoy continuamos con esta serie de entradas para ponerle precio a nuestro trabajo. La entrada pasada escribí cómo calcular el costo de nuestro trabajo, en la entrada de hoy escribiré sobre cómo poner el precio final de nuestras obras.

El costo de nuestra obra es la base para poder poner un precio final. El precio final se compone del costo más un porcentaje de ganancia o margen. Si queremos tener ganancias no podemos cobrar menos de el valor del costo, debemos cobrar más. ¿Cuánto más? Eso depende.

Las obras de arte no tienen una ganancia fija, ésta puede variar dependiendo de tu hoja de vida y tu tipo de trabajo. Por ejemplo, si eres un artista emergente y decides hacer una escultura gigante de oro, a menos que seas Damien Hirst, nadie te va a pagar lo que gastaste en ella, ahora, si decides hacerla seria a modo de inversión en ti mismo con el objetivo que esta pieza te de cierto reconocimiento o te ayude a vender otras piezas de menor valor. Esto también puede funcionar, las ganancias no siempre tienen que representar dinero. Si tu objetivo es vender esta pieza lo más seguro es que tengas perdidas en vez de ganancias. Este ejemplo lo traigo a colación para aclarar que tu margen de ganancia tiene varios factores de cambio, si trabajas con materiales costosos o procesos complejos que requieren mucho tiempo de trabajo lo más seguro es que al principio de tu carrera tu porcentaje de ganancia sea muy poco. O si eres un artista que utiliza materiales reciclados tu margen de ganancia puede ser mayor.

Para poner el precio final a una obra de arte hay que tener en cuenta ciertas variables, una de ellas es tu hoja de vida, a medida que vas haciendo más exposiciones, estudios, residencias o vas ganando premios, tu obra va subiendo de valor. Otra variable es tu tipo de trabajo, si es dibujo, pintura, arte multimedia, etc, dependiendo de ello las obras tiene un precio u otro. Otra variable es el mercado del arte, que se podría decir, es el que maneja los precios finales de las obras, dependiendo del tipo de trabajo y la trayectoria del artista ellos tienen unos rangos de precio establecidos. De igual manera, el mercado del arte se rige por la oferta y la demanda, por cuánto están dispuestos a pagar sus clientes por una obra en específico. Todas estas variables afectan el precio final de una obra de arte.

Es por esta razón que no te puedo decir una fórmula para poner el precio final a tu trabajo. Lo que si te puedo decir es que para solucionar esto debes hacer un trabajo de investigación. Ir a las galerías de arte donde expongan artistas con trayectorias y trabajos similares a los tuyos y ver cuánto cobran por estas piezas. Puedes mirar en internet otros artistas como tu o en galerías on-line y averiguar cuánto cobran por sus trabajos. Preguntar.

A partir de esta investigación y conociendo cuánto es el costo de tus obras, ya puedes poner un precio a conciencia, sabiendo que no vas a perder y que tampoco estas cobrando más de lo que establece el mercado. De esta manera puedes deducir cuanto es tu porcentaje de ganancia y aplicarlo a tu trabajo. Esto también te ayuda a saber cuanto estas ganando en realidad, para después hacer cuentas y ver si te esta yendo bien o no y tomar cartas en el asunto. Adicionalmente saber esto te da un poder de negociación mucho mayor sobre tu trabajo, sabes hasta donde puedes llegar y hasta donde no.

Esto es todo por ahora, espero estas cuatro entradas sobre los precios les hayan ayudado a aclarar sus dudas o a aprender algo nuevo, este es un tema difícil y me encanta poder compartir con ustedes lo que yo he aprendido al respecto.

Si ustedes tiene otros métodos para calcular el precio de su trabajo me encantaría que me los contaran, pueden dejar sus comentarios o dudas directamente aquí, en mis redes @catalinamorenoart o por correo catalinamorenoart@gmail.com

Gracias chicos. Los quiero.

Vender tu trabajo no es vender tu alma

Hola queridos creativos, me encanta estar con ustedes una vez más. Continuemos con esta serie de entradas sobre trabajar profesionalmente como artista, la entrada pasada aclaramos que significa ser profesional, así que ahora podemos continuar. Hoy hablaremos sobre vender nuestro trabajo.

Me he dado cuenta que este blog tiene mucho que ver con mi constante lucha por derribar muchos de los prejuicios que tenemos como artistas, tanto en lo creativo como en lo profesional. Y uno muy grande tiene que ver con vender nuestro trabajo y recibir dinero por nuestras creaciones.

Dado que nuestro trabajo está íntimamente ligado a nosotros mismos, a nuestro espíritu, a nuestra mente y a lo que somos, muchas veces es difícil separarnos de lo que hacemos e incluso ponerle un precio. Como creativos disfrutamos tanto lo que hacemos, que al no parecer un trabajo sentimos pena al cobrar por ello; a veces nuestra incredulidad en nuestro arte y en nosotros mismos hace que no valoremos lo que hacemos, y muchas veces al vender lo que hacemos sentimos que se nos juzga desde afuera como si fuéramos unos vendidos.

Y en este último punto quiero aclarar algo muy importante, cada uno decide que tipo de artista quiere ser y cuál es su camino; algunos artistas tienen trabajos que funcionan muy bien comercialmente, venden bastante, y deciden tomar este camino. Hay artistas que toman un camino diferente, o que tienen trabajos difíciles de comercializar, y hay otros que son una mezcla de ambos. No hay una manera correcta de ser artista y ninguna esta bien o mal, ni una es más merecedora que otra. Cada uno decide su camino, o se le van abriendo las puertas en uno o en otro.

Si eres artista y quieres vivir de ello, o estas constantemente mostrando tu trabajo, seguramente alguien va a querer algo tuyo, y en algún momento vas a tener que vender tus creaciones. Y puedes tomarlo de dos maneras, puedes encerrarte, atarte a tus obras, a tus hijos, no dejarlos ir nunca y guardarlos en un closet en tu casa. O puedes verlo como algo positivo, como un elogio, el resultado de tu arduo trabajo y una oportunidad para que alguien más disfrute de lo que haces y lo pueda compartir con los suyos.

No se que tan positivo sea atarse a sus propias obras, no dejarlas ir, es casi como idolatrarlas, protegerlas, y no creo que eso sea algo positivo si quieres crecer. Claro esta, que si hay una obra a la que le tienes mucho aprecio, significa mucho para ti y no la quieres vender, no lo hagas. Es igualmente importante que conserves algunas obras de tus proyectos para que puedas ver la evolución en tu trabajo, reevaluar, observar y aprender de ti mismo; así también si alguien va a visitarte a tu taller, puede darse cuenta de tu trayectoria.

Respecto a vender tu trabajo sin vender tu alma, quiero hablarles desde lo personal. Sí, yo vendo mi obra, no tengo problema en hacerlo y me da mucha felicidad cuando alguien compra mi trabajo. Significa que esa persona se conectó de alguna manera con mi trabajo al igual que yo lo hice al crearlo y compartir eso es muy especial. Sin embargo, vender no es mi motivación para crear, y esto es algo que me da un balance y no deja que pierda mi norte, hacer arte es una de las razones por las que me levanto cada día, por que si dejo por un tiempo de hacer esto me entra mucha ansiedad por retomarlo, me hace mucha falta, y sobre todo, lo hago por que hacer arte me permite contemplar y reflexionar sobre mi misma, mi vida y el mundo en el que vivo. Esta es mi motivación principal, esta es mi base y mi polo a tierra. Ahora, si además de esto, resulta que mis obras le gustan a alguien más y las quiere comprar, bienvenido sea. Tener este norte trazado me ha ayudado a establecer unos principios claros a la hora de crear, mostrar y vender mi trabajo, lo que me ayuda a tomar mejores decisiones y oportunidades.

Esta es la manera en la que encuentro un equilibrio entre crear y vivir de ello, y esta es mi manera, no significa que también deba ser la tuya. Cada uno tiene que crear su camino y buscar su norte. Así que querido artista, vender tu trabajo no implica vender tu alma, a menos de que tu así lo quieras.

Para finalizar, los quiero dejar con un bello poema de Rupi Kaur el cuál tengo pegado en una pared de mi taller para recordar lo esencial.

“Tu arte
No consiste en la cantidad
de gente a la que le gusta
tu trabajo
Tu arte
consiste en si a tu corazón
le gusta tu trabajo
si a tu alma le gusta tu trabajo
Consiste en lo sincera
que eres contigo misma
y
nunca debes cambiar
la honestidad por
el reconocimiento”
-Rupi Kaur

Qué significa ser profesional?

Hola mis queridos creativos. Continuamos en esta serie de entradas sobre la otra cara de ser artista: el lado profesional y emprendedor del asunto, cosas que debemos hacer cuando decidimos dedicarnos al arte y eventualmente vivir de ello.

Me di cuenta que en las entradas anteriores he mencionado mucho esto de trabajar profesionalmente como artista, pero, qué significa ser profesional?, considero que es algo que debemos aclarar antes de continuar.

Cuando dedicarse al arte pasa más allá de sólo hacer lo que nos gusta, disfrutar el proceso o tal vez tratarlo como un pasatiempo. Cuando hacer arte, se convierte en tu prioridad, en algo que quieres hacer toda tu vida, cuando te comprometes profundamente y por supuesto quieres trabajar en ello y vivir de lo que haces; la cosa se pone más seria y requiere de nuestra seriedad y compromiso para lograrlo.

Para mi, ser profesional es una actitud, una decisión, un compromiso, pero sobre todo es respeto contigo mismo y con lo que haces. Y este respeto abarca todo lo que hacemos como artistas, desde el proceso creativo hasta vender tu trabajo.

Mostrar respeto por tu trabajo significa: dedicarle el tiempo necesario, ya sea para investigar, pensar, experimentar; significa comprometerte con eso que estás haciendo. Significa usar los mejores materiales y herramientas que puedas tener en ese momento, significa mostrar tu trabajo de la mejor manera posible; créeme que es muy diferente si alguien te pide una propuesta y tu le muestras un dibujo en un papel arrugado y guardado dentro de tu maleta, a que si lo muestras en un buen papel y por lo menos dentro de una carpeta, esto demuestra que valoras tu trabajo. Igualmente en tu espacio de trabajo, es muy diferente si tiras donde sea lo que haces, a que si lo guardas en algún mueble o lo envuelves, según sea el caso. A lo que me refiero es que debemos respetar lo que hacemos, eso es ser profesional.

Mostrar respeto por ti mismo significa: hablar con propiedad de ti y tu trabajo, ojo, no confundir propiedad con petulancia; significa bañarte y vestirte lo mejor que puedas cuando tienes una reunión de trabajo o una exhibición, con tu estilo propio, pero lo mejor que puedas. Significa aceptar las oportunidades de trabajo con las que te sientes emocionado o por lo menos tranquilo, y decir no cuando sientes que se están aprovechando de ti o que la oportunidad no va con tus principios. Significa organizar tu tiempo para que puedas tener el estilo de vida que quieres, esto también significa hacer tus cuentas, tener tus asuntos financieros y legales en orden para que puedas estar tranquilo, significa poder pagar tu salud y tu pensión, alimentarte bien, etc. En resumen, significa valorarte a ti mismo, eso es ser profesional.

Respetar nuestro trabajo y a nosotros mismos es la base de todo, perohay un factor más a considerar y es el respeto que mostramos hacia los demás,en especial hacia los que trabajan o quieren trabajar con nosotros.Muchas veces nos quejamos de que no nos tratan como profesionales, pero para ello debemos demostrar que los somos.

Respetar a los demás en el ámbito profesional significa: responder los correos y llamadas que te hacen, entregar a tiempo lo que sea que te hayan pedido, una propuesta, un certificado, las obras para la exposición, fotos de tu trabajo, lo que sea, por favor entrégalo a tiempo; si estas atrasado házselo saber con antelación a la persona que esta esperando. Significa llegar a tiempo a tus reuniones, cumplir con lo que te comprometiste, si crees que no vas a poder cumplir no te comprometas. Si vas a entregar un trabajo, entregarlo de la mejor manera posible, bien presentado, empacado, si quieres ponerle algo adicional que haga parte de tu marca personal mejor aún. Significa llamar y estar pendiente, ser honesto, hablar amablemente y sonreír, en resumen, es respetar el tiempo y la confianza de los demás, y valorar el interés que tienen en ti y en tu trabajo.

 Les hablo de este tema con propiedad por que es una de las columnas vertebrales en mi vida y en mi trabajo, y tener esa actitud y compromiso me ha abierto muchas puertas y lo que es mejor aún, me ha permitido mantenerlas abiertas. Y lo he visto en muchos otros creativos, en aquellos que ves crecer fieles a si mismos, a sus principios y a su trabajo. Considero que este es un factor diferenciador entre los que avanzan y los que no.

Es sencillo, si alguien te ofrece una oportunidad y tu nunca le respondes, no cumples, no muestras interés, presentas las cosas mal, sin interés, ni motivación, te tienen que llamar mil veces para que hagas algo, no muestras respeto por ti mismo o tu trabajo, obviamente nunca te volverán a llamar, ni darán buenas referencias de ti, y créeme en este trabajo eso es algo muy importante.

Como puntada final, les confieso que me molesta enormemente el estereotipo que hay sobre los creativos en este asunto de ser profesional, se nos tiene por incumplidos, andrajosos, que no sabemos hacer cuentas, somos desordenados, etc. Y eso no es del todo verdad, los artistas podemos ser tan profesionales como queramos, tenemos todo para serlo. Y al mismo tiempo me molestan enormemente los artistas que refuerzan este estereotipo y que se excusan en él para no cumplir, para entregar todo mal presentado y tarde, como si no les importara. Queridos colegas, si no quieren respetarse a si mismos háganlo por los demás que luchamos para cambiar esa mala imagen que tenemos. Por que nos importa, por que trabajamos día a día por ser profesionales y queremos que nos traten como tal.

Me disculpo por desahogarme con ustedes, pero creo que es importante hacerlo cuando tiene un propósito. Gracias por leer, espero sus comentarios, y les agradezco si pueden regar la voz y compartir con los suyos este blog. Besos.

Darnos a conocer

Hola mis queridos artistas, como les dije en la entrada anterior, en esta y las próximas entradas vamos a hablar sobre temas relacionados con trabajar profesionalmente como artistas. Les decía que cuando uno decide comenzar este camino de ser artista como profesión, se está muy perdido, tienes muchas dudas y pocas respuestas. Así que espero con estas entradas poder aclarar algunas de ellas.

Cuando miramos a aquellos creativos que admiramos o que son nuestros referentes, por lo general son personas que, por decirlo de alguna manera, lo están logrando,. Siempre vemos a las personas cuando ya están en un punto más o menos alto de sus carreras, pero muy pocas veces sabemos todo lo que tuvieron que luchar estas personas para llegar allí y ser lo suficientemente conocidos como para que sepamos de ellos.

Creo que una de las primeras preocupaciones que tenemos como artistas es como darnos a conocer, hay tanta gente en todo lado, en redes, en las galerías, en los libros, etc. Sí esto da algo de angustia, yo lo se. Pero cada uno tenemos nuestro no se que, que se conecta con otros no se quienes que tienen nuestros mismos intereses. Y si trabajamos lo suficiente por ello seguro nos encontrarán.

Ahora con las redes sociales es muy fácil poder mostrar nuestro trabajo, el proceso, que nos inspira y quienes somos. Sin embargo, no hablaré sobre como hacer que te conozcan en redes, creo que el internet esta inundado con respuestas para esto. Lo más importante, como siempre, es ser honesto contigo mismo, con tu trabajo y trabajar fuerte por lo que quieres.

Considero que solo estar en las redes no es suficiente, también es importante que la gente vea tu trabajo en la vida real, esto permite una conexión en un nivel mucho mas personal. En este sentido, es importante aplicar a convocatorias (yo se, no siempre se ganan, pero nunca ganarás si no aplicas), aplicar a residencias, participar en cuanto evento puedas siempre que éste vaya de acuerdo a tu trabajo, ejemplo. si haces obras hiperrealistas no apliques a un lugar donde les interesa el arte abstracto. Y no pienses que sólo tienes que mostrar lo que haces en lugares súper conocidos y formales. Ahora hay muchos espacios independientes donde puedes mostrar tu trabajo, puedes inventarte una exposición con tus amigos, puedes dar algunos talleres, etc, hay muchas posibilidades. Ahora las reglas de juego son mucho más amplias que antes. Tu encuentra la que mejor se adapte a ti, seguramente tendrás que probarlas casi todas. Acá es donde hay que hacer uso de la creatividad.

Algo sobre lo que quiero hacer énfasis y que también es importante es acudir a otros artistas, sean tus amigos o no, los conozcas o no. Esto es algo que he estado aprendiendo últimamente. Si tienes dudas sobre como hacer algo, como aplicar a alguna convocatoria, como vivir de esto, como usar x material, lo que sea; no solo busques tutoriales en youtube, habla con tus pares, con esos otros artistas que ya han hecho eso antes, escríbeles un correo, visítalos. Lo más seguro es que te den algún consejo o ayuda, a menos que sean unas…. malas personas. Tener apoyo en este camino es muy importante y lo puedes encontrar de muchas maneras.

Crear estos lazos no solo enriquecerá tu corazón y tu proceso, si no que además te ayudara a ser conocido dentro de tus pares, con quienes puedes hacer proyectos, por medio de los cuales puedes acceder a una exposición, a un espacio de trabajo, o simplemente recibir una palabra de aliento cuando más lo necesitas.

Les confieso que en este campo aún tengo mucho que aprender, me gusta trabajar sola, pero también me encanta compartir con otros creativos, así que tratare de poner esto entre mis prioridades.

Recuerda, no hay una manera correcta de compartir tu trabajo con el mundo, se abierto a las posibilidades, se flexible, acepta las oportunidades que aparezcan en tu camino, confía en tu trabajo y habla de él con tranquilidad; busca ayuda si la necesitas y ayuda a otros si te es posible. Recuerda a la cima de la montaña se llega pasito a pasito, si te afanas puedes caer rodando y partirte una pierna jaja. Pero siempre hay que estar dispuesto a dar el siguiente paso. Y si en el camino tienes a otros que te apoyen pues mucho mejor.

Gracias por leer chicos. Abrazos.

Hablemos de negocios, baby

Hola chicos, espero estén teniendo un lindo día. A partir de esta entrada les estaré hablando sobre algunas cosas que he aprendido en estos últimos años sobre trabajar como artista profesionalmente, así es, lets talk about business baby. Estas cosas, por lo menos a mi, no me las enseñaron en la universidad, son temas que a veces queremos evitar pero que hacen parte de nuestro trabajo si queremos vivir del arte, así que ¡a darle la cara!

Estos temas los voy a abordar desde mi propia experiencia, lo que he ido aprendiendo estos años, a punta de prueba y error y de algunas lecturas, podcast y charlas que he escuchado. Pero básicamente parten de mi día a día.

Cuando sales de la universidad sientes que te tiran a los leones, tú un pobre chiquillo perdido jaja que lo único que quiere es dedicarse a crear, pero resulta que ahora debes encontrar una manera de comer y nunca te enseñaron como. Sólo te miraron con caras largas de negación como diciendo, esa plática se perdió, bueno pues vamos a recuperarla. Y no supongamos que los artistas somos los únicos con este dilema, todas las personas lo tienen, saber como vivir en este mundo no es fácil. Pero hay opciones.

Lo primero que quiero decir es que un artista es una empresa, queeee, pero que estas diciendo Catalina, estas violando el amor puro de la creación por el que vivimos los artistas. Bueno, afrontémoslo, el romanticismo es lindo, pero somos simples mortales que necesitamos comer, un techo donde vivir, un lugar donde trabajar, un médico por si te intoxicas con los óleos, etc. Famélico no vas a poder crear.

Así que sí, los artistas somos una empresa y con esto no me refiero a que lo que hacemos es un producto cualquiera, y que pal carajo la creación romántica, no. Pensándolo bien, me gusta más decir que los artistas somos unos emprendedores, nuestro trabajo es un emprendimiento creativo, así es, suena menos corporativo que decir empresa.

Entonces, mi querido emprendedor, debemos estar preparados para todo lo que implica tener un emprendimiento; es muchísimo, pero muchísimo trabajo y demasiado amor por lo que haces por que tendrás que invertir muchas horas y esfuerzo en ello, y puede que las recompensas se demoren en llegar. Pero hey, esto no era por amor al arte? Bueno, al final estarás viviendo de esta manera por que amas demasiado lo que haces.

Un emprendimiento, así sea creativo, no se sostiene sólo de la creatividad y el arte, claro esto es lo más importante, sin esto no hay nada, pero si quieres trabajar en ello profesionalmente debes hacerte cargo de todo lo demás; tienes que buscar donde mostrar tu trabajo, tienes que aprender a cobrar, a hacer un contrato, etc. En una de las entradas anteriores les había dicho todo lo que implica ser un emprendedor, tienes que ser el que crea, pero además ser el de los tintos y hasta el de contabilidad. Ya lo se, suena un poco escalofriante pero así debe ser, por lo menos al principio, hasta que puedas contratar a alguien para que haga esas cosas. Si quieres vivir de esto, tienes que estar al frente de ello.

Así que, mis queridos artistas, en las siguientes entradas les estaré dando algunas herramientas que se necesitan para trabajar profesionalmente como artista. Puede que algunas de ellas les parezcan obvias o ya las sepan y puede que haya otras que no conozcan. Me encantaría que pudiéramos construir esto juntos, así que si tienen sugerencias o comentarios en algún tema no duden en escribirme.

Gracias chicos, un abrazo enorme.

Sobre la vergüenza y ser vulnerable

Hola chicuelos. Este blog es un espacio en el que les comparto algunas herramientas y tips para ser artistas, pero como se han dado cuenta, también me gusta hacer algunas reflexiones que van surgiendo en el proceso y que están relacionadas con mis vivencias en ese momento.

Los últimos meses he estado pensando mucho acerca de la vergüenza, Catalina por qué piensas en esas cosas tan downs jaja, bueno, continuo en mi camino de introspección y estoy aprendiendo a aceptar mi vulnerabilidad y a verla como algo poderoso y no como una debilidad (eso podría dar como para 100 entradas más). Y dentro de ese proceso me he topado con la vergüenza y creo que es un sentimiento con el que nos podemos relacionar mucho los artistas y creativos.

Yo siempre creí que nada me avergonzaba, yo vergüenza? que va, si a mi no me importa lo que piensen los demás. Bueno, he descubierto que me estaba mintiendo a mi misma o no había tomado la consciencia suficiente de ello. Así que me puse a mirar en retrospectiva y me di cuenta que efectivamente me avergonzaba en varios aspectos de mi vida; este podría ser un buen momento para sacar el látigo jaja pero he aprendido que eso no sirve de nada, tomar consciencia, tratarse con cariño y tomar acción sobre ello, si sirve y de mucho.

En fin, esta es una experiencia personal pero considero que se puede relacionar a muchos de nosotros. Los artistas estamos expuestos constantemente a lo que dicen los demás, así no lo queramos aceptary alcemos una bandera diciendo que creamos arte para nosotros mismos, a puerta cerrada, somos irreverentes y lo que los demás dicen nos resbala; pues esto en la vida real no es del todo así, o por lo menos no siempre.

No podemos negar que a los artistas nos gusta mostrarle a los demás lo que hacemos o al menos la mayoría de cosas que hacemos, pero este mostrar requiere valentía y sobre todo aceptarse vulnerable, por qué? precisamente por que lo que nosotros creamos esta íntimamente relacionado con quienes somos, con lo que nos interesa, con la manera en que vemos la vida, con lo que pensamos, analizamos y sentimos; así seas un artista meramente conceptual, todo esto esta allí implícito. Así que cuando mostramos nuestro trabajo a los demás nos estamos revelando a nosotros mismo de algún modo, y para hacer esto se requieren cojones y también se necesita saber que en ese momento somos totalmente vulnerables.

Vulnerables a las miradas, a los gestos, a las palabras, a las comparaciones, a las criticas positivas y negativas, y por ende estamos expuestos a la posibilidad de en algún momento avergonzarnos de quienes somos o de nuestro trabajo. Y quiero decirte que esto es normal, y si lo has sentido no estas solo, ni eres de otro mundo, ni eres un cobarde, para nada; al contrario, he aprendido que ser vulnerable es una fortaleza, ser vulnerable significa ser genuino, honesto y no hay nada mas bello en el arte que toparte con un trabajo realmente honesto.

Lo que no permite que nos mostremos vulnerables o que hagamos de ello una de nuestras fortalezas es la vergüenza, el sentir que somos menos, o que no somos merecedores de algo, el compararnos de manera dañina con los demás, el recibir las criticas de manera personal y rencorosa; el poner tu trabajo frente a los demás y sentir que no es bueno o que lo van a criticar, o que no eres digno de llamarte artista o tu trabajo arte. Esto es terrible por que puede hacer que te ocultes tras un velo y que nunca podamos ver tu belleza.

Bueno, yo he estado ahí y estoy luchando por dejar atrás esos pensamientos para ser libre, poder mostrarme como soy y así también ser libre a la hora de crear; poder disfrutar del proceso creativo sin tener esas cargas detrás, por que lo único que logran es opacar tu trabajo al opacarte a ti mismo.

No podemos dejar de ser vulnerables, ni deberíamos hacerlopor que ser vulnerable no es ser débil es ser genuino y esto es muy poderoso, sobre todo si eres un artista. Lo que si podemos hacer es trabajar por dejar a un lado la vergüenza, aceptarnos con nuestras fortalezas y debilidades y entender que son ellas las que nos hacen ser, Pepita, Pepito, pon tu nombre aquí y llevarlas con la frente en alto. Sí, hay días difíciles, hay cosas que nos hieren y esta bien, lo importante es levantarse y continuar. En esta vida todos estamos aprendiendo paso a paso, no somos perfectos, todos somos humanos y permitirse sentir es algo muy valioso. Sé que este no es un proceso que se da de la noche a la mañana, pero es lindo hablar sobre él y de alguna manera poder tomar acción sobre ello.

Bueno, esto era lo que les quería compartir hoy. Me encantaría saber que piensan, también han sentido esto, como lo han manejado? pueden comentar acá o escribirme a mis redes sociales @catalinamorenoart. Gracias chicos, un abrazo.

Sobre el éxito y compararnos con los demás

Hola queridos creativos. La entrada pasada les comenté que escribiría sobre dos aspectos en los que he estado pensando últimamente, el primero es el perfeccionismo sobre el que escribí la entrada anterior y hoy quiero hablarles sobre el éxito.

No me gusta mucho usar la palabra éxito ya que socialmente tiene un significado pero en realidad el éxito es subjetivo, para cada uno es diferente, y uno de los grandes acertijos que debemos resolver en nuestra vida es que significa el éxito para cada uno de nosotros. Vivimos en una sociedad en la que se nos mide y valora por nuestros logros, siempre escuchamos a los demás hablando de lo exitoso que es pepito porque lo ascendieron, porque se compro un mejor carro, etc. Esta es una horrible manera de valorar a una persona y es mucho mas riesgoso cuando nuestra autoestima esta sujeta a esto, creemos que somos valiosos en la medida en que logramos “grandes” cosas, que somos suficientes y merecemos dependiendo de ello. Que triste y gran mentira es esta que nos han vendido.

Si no vives así felicitaciones, yo pensaba que tampoco lo hacía, que lo que pensaban los demás no me importaba y por supuesto que valgo por muchas otras cosas, y así lo es, pero eso no significa que esto no te afecte. Desde niños nos han educado para esto, siempre teníamos que sacar las mejores notas, nuestros papás se ponían felices si éramos buenos estudiantes, si eras malo te reprendían, etc, así esta construido nuestro mundo, por comparación entre buenos y malos, entre los que lo logran y los que nos, los que tienen “éxito” y los que “fracasan. Que deshumanizadora realidad.

En este punto, te estarás preguntando, bueno Catalina y esto que tiene que ver con los artistas? Bueno, tiene todo que ver, dime si no te has pillado a ti mismo pensando como hizo pepito para ganarse tal premio o exponer en tal lado y después sin aceptarlo te has sentido un poco mal por ello. Así es, en nuestro medio, como en todos, tendemos a compararnos excesivamente con los demás, y las redes ayudan a cumplir este cometido; estamos viendo todo el tiempo las fotos de Pepita en la residencia de x parte del mundo, exponiendo en tal feria con tal galería, a Pepita que se acaba de ganar un premio, etc, podemos hacer una lista interminable. Puede que nos alegramos por Pepita, y claro que sí Pepita rockea, pero de cierto modo empezamos a comparar los logros de Pepita con los nuestros, por qué hacemos esto? por qué queremos hacernos creer que no hemos hecho lo suficiente? acaso pensamos que no somos suficientes?, seguramente lo pensamos, pero no podemos dejar que nuestro valor propio, nuestra autoestima dependa de ello. Cada uno hemos hecho nuestra propia travesía, con nuestras propias subidas y caídas, cada uno llevamos nuestras cicatrices, nuestros cayos, nuestros dolores y alegrías. Que en este momento no estemos en el lugar de Pepita no hace nuestra travesía menos valiosa que la otra. Es nuestra y por esto es valiosa.

En la vida todos tenemos nuestras prioridades, sabemos que estamos dispuestos a arriesgar y que no, sabemos que nos hace felices y que no, por esto es tan importante que cada uno de nosotros defina lo que es “éxito” para si mismo y luchemos por alcanzar nuestras propias metas, no las que nos han dicho que alcancemos.

Tendemos a compararnos con esa vida idealizada que nos muestran de los otros, claro la gente nunca cuenta el lado oscuro de las cosas, solo te dicen que hicieron tal residencia o se ganaron tal cosa; pero lo que no esta en un cv o en las redes, es que tal vez mientras hacían la residencia lloraron durante toda una semana por que no sabían que hacer, o que se aburrieron de estar allí tanto tiempo, o que en x exposición todo les salió mal, o que para ganarse ese premio lucharon 3 años seguidos hipotecando hasta su casa para lograrlo, estoy exagerando; pero el punto es que no todo es color de rosa, siempre hay dos caras de la moneda, obviamente siempre se muestra la cara mas brillante, siempre se habla de héroes, se enaltecen los logros pero no el camino para llegar allí, tampoco se valoran las banalidades que son realmente importantes. No todo tiene por que ser “maravilloso” o “extraordinario”.

A lo que voy es que si tu meta es ser Pepita adelante, lucha por ello, si tu meta es tener un taller pequeño en un pueblito, lucha por ello; lucha por tu bienestar propio, por lo que te hace sentir que cada día vale la pena, no importa si ante los ojos de los demás es insignificante, si piensan que no lo “lograste” por que tu sabes que si lo has hecho. Como siempre, todo se resume a escucharnos, conocernos y tratarnos con cariño, vivir honestamente de acuerdo a nuestros propios preceptos. Recuerda que en este conocerse no hay que darse látigo por lo que logramos o no, por lo que hicimos o dejamos de hacer, por cómo somos y como quisiéramos ser, hay que reconocerse y tratarse con cariño. Yo estoy en este aprendizaje y créeme no es fácil pero creo que es valioso intentarlo.

Gracias una vez más por dedicar un tiempo de tu vida para leer. Hoy quiero aprovechar para enviar un abrazo especial a aquellos que me han dicho que este blog les ha ayudado de alguna manera u otra, me llena el corazón de amor saberlo. Un abrazo para todos.

Ser perfeccionistas y demasiado duros con nosotros mismos a la hora de crear

Hola de nuevo, me alegra mucho saludarlos.

Continuando con esta serie de entradas sobre el proceso creativo, quería hablarles sobre dos aspectos que han estado rondando mis pensamientos y mi práctica en estos últimos meses. El primero es sobre el perfeccionismo a la hora de crear y el otro sobre el éxito.

Hoy escribiré sobre el perfeccionismo. Les confieso que sin darme cuenta esta palabra ha guiado mi vida y por supuesto mi práctica artística también. Sabía que esta tenía esta actitud, pero poder reconocerla y ver como afecta cada aspecto y relación de tu vida es algo muy diferente. Creo que muchos creativos sufrimos de este mal, un mal que afecta de maneras increíblemente negativas el proceso creativo.

Por lo general tendemos a ser demasiado duros con nosotros mismos a la hora de crear, bueno, a mi me sucede, no se a cuántos de ustedes les pase igual. Sentimos una presión interior por hacer todo bien, como si cada cosa que hicieras tuviera que ser una obra de arte con mayúsculas, como si el error y el cambio no estuvieran permitidos. Que ridículo suena al escribirlo, pero es cierto.

Se supone que el proceso creativo es un camino libre donde estas en conexión contigo mismo y con lo que te rodea, crear necesita de la libertad de poder jugar y experimentar sin límites. Los perfeccionistas deseamos tener un proceso así y creemos que lo hacemos pero nos domina el control, controlamos cada aspecto de nuestro trabajo, desde la esquina doblada del papel, hasta la dirección de la línea que acabamos de hacer. Que agotador es esto.

El pinche control nos impide explorar las mil y un posibilidades que hay y que pueden enriquecer increíblemente nuestro trabajo, nos impide jugar y mas importante aún nos impide equivocarnos, cuando cada error en el proceso creativo debería ser un hallazgo. Así es, el control castra de maneras increíbles el proceso creativo, nos impide crecer y por supuesto empobrece nuestro trabajo.

Todas aquellas cosas maravillosas que pudimos haber descubierto se perdieron por estar mirando en línea recta, hacia el frente y nunca hacia el lado. No se si a todos les pasa, les confieso que este es uno de mis talones de Aquiles, y estoy trabajando por alcanzar la libertad en mi vida y en mi trabajo. No es sencillo, pero el primer paso es reconocerlo para luego tomar acción sobre ello.

Admiro muchísimo a los artistas que crean con una libertad maravillosa, quienes crean por la motivación que encuentran en el proceso del hacer, y que si no es eso lo grandioso de ser artistas. Que difícil es dedicarnos simplemente a disfrutar del proceso, sin pretensiones mayores, sin pensar que alguien va a ver esto, que lo tengo que publicar en las redes, que cambié y ahora que pensaran mis seguidores, etc.

Tantas trabas que nos ponemos a nosotros mismos, tantas preocupaciones que solo tienen el efecto contrario en lo que hacemos. Si creáramos con libertad plena sin importar nada mas allá de esto, nuestro trabajo se enriquecería increíblemente y llegaríamos a lugares inimaginados. En este caso, podríamos tratarnos con cariño a la hora de crear, conocernos y respetarnos, no nos reprenderíamos a nosotros mismos por lo que logramos o no, por si lo hicimos bien o no, el fracaso sería mas sencillo de afrontar por que los objetivos cambiarían. El objetivo principal sería disfrutar del acto de crear libremente mas allá de los prejuicios, de nuestras barreras, de los demás, del resultado final.

Los calificativos bien o mal no existen cuando creamos con libertad, simplemente es lo que es, unas veces funciona mejor que otras pero todo es parte del proceso. “Solo déjalo ser, déjalo ir” es una de las frases que tengo en mi taller. Hablar de esta libertad creativa sin reproches, sin ser nuestros propios enemigos, parece fácil pero ponerlo en práctica no lo es tanto. Yo estoy en ese camino y les iré contando como me va, si tienen algunos concejos o comentarios que nos puedan ayudar a los que estamos en esta travesía son bienvenidos.

Para terminar los dejo con este capítulo del podcast Creative Pep Talk de Andy J. Miller, les recomiendo todos sus episodios, pero hoy en especial quiero dejarlos con este que habla sobre la presión y las expectativas que nos ponemos a la hora de crear, en lugar de solo disfrutar el viaje: Podcast aquí

Gracias por leer estos pensamientos, que aunque propios considero que nos afectan a mas de uno y si tu eres uno de ellos, hola, esto no te pasa solo a ti, somos muchos por ahí afuera y se pueden ver hasta en los artistas más famosos. Así que relax. Seguiremos dando la batalla.

Hasta la próxima 🙂

Conocernos para entender nuestro trabajo

Hola mis artistas queridos, en la entrada anterior empezamos a hablar sobre el proceso creativo, en especial sobre encontrar el tema de nuestra obra. Decíamos que la clave esta en conocernos a nosotros mismos, y vaya tarea que es esta.

Considero que nunca acabamos de conocernos, el tiempo y las situaciones que vivimos hacen que transformemos nuestro sentir y nuestros pensamientos, sin embargo, todos tenemos una esencia que nos acompaña a lo largo del camino y nos hace genuinos. Conocer esta esencia es lo que nos permite ser honestos con nosotros mismos, nos permite tomar decisiones que irán de acuerdo a lo que es importante para nosotros y por supuesto es la guía para poder expresarnos en nuestro trabajo. Conociendo estos principios esenciales de nuestro ser podremos entender mejor nuestra cotidianidad, nuestras relaciones con los demás, con la vida, con el mundo y por supuesto con nuestra creatividad y nuestro trabajo.

Desde hace aproximadamente dos años escucharme a mi misma, poner atención a las cosas que hago y digo, a las situaciones que me emocionan o me indignan, se ha convertido en  mi tarea diaria. No es que me levante y diga Oh! claro hoy me conoceré un poco más, no, esta es una tarea de paciencia y sobre todo de mucho cariño, una tarea que requiere compromiso; un compromiso libre y consciente, es un camino de aprendizaje.

Durante estos dos año he aprendido muchísimo sobre quien soy, aunque aún me falta mucho por aprender. Lo que me ha parecido realmente interesante, además de entender mejor mi cotidianidad, mis relaciones y mis acciones; ha sido ver como ese ser que me hace Catalina esta reflejado en cada una de las decisiones que tomo a la hora de crear, y como mi personalidad hace que mi trabajo se desarrolle o crezca de una manera o de otra, tanto plástica como conceptualmente. Esto es realmente sorprendente, piensas que haces una línea de cierta manera porque sí, o manejas la composición de cierta manera porque sí o indagas ciertos aspectos porque sí, bueno, no hay un porque sí, estas decisiones son el reflejo de tu yo interior.

Realmente la obra es el reflejo de ti mismo, es el reflejo de la esencia del artista; y no me refiero a la versión más romántica de ti mismo, no, la obra se compone de tus fortalezas pero también de tus temores, de tu yo mas bello como del que no lo es tanto, es todo en uno, todo lo que te hace a ti ser Pepito. Y no tiene que ser algo “extraordinario”, esto es la vida real y sencilla, no es de celebrity, hasta lo más pequeño te hace valioso y es valioso de compartir en tu trabajo.

Uno de los hábitos que súper recomiendo para aprender a escucharnos y reconocernos es escribir todos los días, llevar una especie de diario. Cuando nos hablan de escribir un diario pensamos en la típica escena de película adolescente donde una niña escribe en su diario y lo sella con candado, bueno, pues precisamente a eso me refiero; en nuestra sociedad estamos acostumbrados a ridiculizar las cosas que están asociadas con expresar nuestros sentimientos, lo cuál es una tristeza por que si todos nos expresáramos con libertad y dedicáramos un tiempo a escucharnos y entendernos el mundo estaría lleno de personas más felices o por lo menos más conscientes. Bueno, siguiendo con lo del diario, es un hábito maravilloso, seguramente estarás pensando que no sabrías que escribir, pero te aseguro que después de unas semanas te acostumbraras y te hará falta escribir.

La idea es comprar una libreta o cuaderno, no tiene que ser nada costoso, pero debes ir a comprarlo como muestra de tu compromiso contigo mismo, luego regálate un tiempo todos los días, con media hora es suficiente y escribe unas cuantas páginas, no te imaginas todo lo que descubrirás en ellas.

Escribir para ti mismo es muy diferente a hablar con alguien, cuando escribes en tu libreta estas tu solo con las páginas, no hay nadie que te juzgue o aconseje, es un espacio libre de prejuicios donde puedes ser tu mismo y decir lo que te venga en gana. Probablemente al inicio escribirás cosas vanas, pero con el pasar del tiempo, después de haber dicho todas las banalidades que se te ocurran, empezaras a escribir sobre lo que esta debajo, sobre la basura que hay debajo, sobre lo bello y lo feo, sobre tu esencia.

La idea de este hábito es conectarte con tu yo interior, conocerlo y escucharlo para así entenderlo y poder tomar acciones al respecto. Cuando nos conocemos, somos un poco más libres y por lo tanto seremos mucho más creativos; cuando nos entendemos podemos tomar decisiones más fácilmente en nuestra cotidianidad y en nuestro trabajo; cuando nos escuchamos, podemos ser mas compasivos con nosotros mismo y con nuestro hacer como artistas.

Otra cosa que podemos hacer, es estar muy atentos a nuestras acciones, a la manera en que tomamos decisiones, a como reaccionamos ante ciertas situaciones o personas, pensar en como nos relacionamos con los demás, como nos expresamos sobre nosotros mismos y sobre la vida. Prestar atención a lo que los demás dicen de nosotros, a como se comportan a nuestro lado. Y sobre todo pensar como nos definimos a nosotros mismo, que palabras nos definen a nosotros y a nuestro trabajo y como se relacionan entre ellas.

Ya lo se, este es un tema que suena bastante complejo y para otros hasta sonara un poco ridículo, pero aunque no lo crean, esta tarea hace parte de nuestras tareas como artistas y de nuestra responsabilidad de serlo. Agradezco cada día que puedo dedicar un tiempo para pensarme y entenderme, y además poder expresarlo de algún modo en lo que hago, esta posibilidad no la tienen la mayoría de personas en el mundo, pero los artistas si la tenemos y debemos estar agradecidos y tomar acción frente a ello.

Para finalizar, no se si recuerdan que en la entrada anterior les conté que tuve un momento difícil en mi mentoría por que quede un poco en el limbo, la tarea que debía llevar a cabo era conocerme y no sabia como hacerlo. Afortunadamente, una querida amiga y colega justo ese mismo día, sin ella saberlo, me envió una luz, un libro que recomiendo a todas las personas creativas o que desean serlo, se llama El camino del Artista de Julia Cameron, es un libro maravillosos y supremamente poderoso.

Este libro es una especie de curso de tres meses, que en cada capítulo trata algún tema en especifico sobre ser artista, las situaciones y sentimientos que esto conlleva. Para complementar te pone ciertas tareas para cada tema. Por favor cómpralo o descárgalo e imprímelo, léelo con atención, sin prejuicios y compromete con las tareas, estoy segura que veras grandes cambios, te lo digo desde mi propia experiencia y lo que he visto en las personas que lo han leído.

Bueno, con esto me despido, gracias por leer y acompañarme en este viaje. Escribo este blog con todo mi corazón, no esta escrito con el fin de ser un manual de instrucciones o como el deber ser, esta escrito a partir de mis experiencias y lo que significa para mi ser artista, desde las cosas más objetivas hasta las más espirituales.

Gracias. Un abrazo.

Encontrar el tema de nuestra obra

Hola mis queridos lectores, a partir de esta entrada comenzaré a hablarles sobre el proceso creativo. Crear es una de las razones por las que existimos, los artistas tenemos una necesidad vital por crear y expresarnos. Eso es maravilloso y si uno lo piensa también es una tarea difícil, crear algo de la nada no son papitas.

Desde que decidimos ser artistas hay una pregunta vital en nuestro hacer: ¿sobre que hablo en mi trabajo? ¿qué quiero expresar y cómo lo hago? para mi (claramente esta es una apreciación personal) el arte va mas allá de la técnica, del talento, de la palabrería, el arte revela el alma, el espíritu, hay una conexión vital entre quien lo hace y esa cosa que crea, y es esa conexión honesta la que llega a los demás. Tampoco quiero ponerme muy trascendental, ni quiero sesgar a nadie con este comentario, cada uno tenemos diferentes apreciaciones del arte y es una perdida de tiempo decidir quien esta bien y quien mal, el arte y la vida tienen poco o casi nada que ver con estas distinciones. Lo que si quería hacer era resaltar la conexión vital que hay entre el creador y la obra, ya que esta es una de las claves para responder a la pregunta por el tema de nuestra obra.

Cuando estamos en la universidad esta pregunta por el tema nos acecha constantemente y debemos resolverla de distintas maneras en cada asignatura que vemos, por lo general andamos un poco perdidos, tanteando el terreno, esperando a sentir algún interés o afinidad con un tema. Para muchos está búsqueda da resultados positivos pero para otros se convierte en una especie de karma. Por supuesto que esta es una pregunta vital para lo que hacemos, sin embargo, considero que el problema esta en el enfoque que nos dan para encontrar las respuestas. Y este enfoque puede hacer que nos perdamos en el camino.

Recuerdo que en la universidad siempre que tenias alguna posible luz para responder a esta pregunta, tenias que investigar cien mil libros sobre el tema, citar a todos los autores y referentes habidos y por haber y justificar cada pequeño detalle de lo que hacías. La búsqueda de la respuesta siempre partía de alguien más, partía de una teoría, de un autor, etc.

No estoy diciendo que no debamos investigar, leer, buscar teorías, referentes; el problema es el enfoque, el problema es la raíz de nuestros intereses, que al contrario de lo que nos enseñaron no está en los otros, está en nosotros mismos. El día que logré entender esto exploto mi cabeza, pero aún más mi espíritu y mi creatividad.

Este entendimiento se lo debo a una de mis mentoras, una artista colombiana reconocida. Recuerdo el primer día en el que le mostré mi trabajo y me dijo que dejara de hacer lo que estaba haciendo, no es fácil escuchar estas palabras, pero cuando te dan razones honestas y además sientes que éstas resuenan con tu artista interior, que exponen las dudas que tenias y que son verdad para ti; escuchas, tomas nota y haces tus tareas. Tenia que dejar de hacer lo que estaba haciendo, pero y entonces ¿qué hacía?, la tarea que ella me dejo fue conocerme a mi misma, saber realmente quien era yo, escucharme, escuchar mi interior para saber con honestidad que era lo que me inquietaba, que me preocupaba, que me afligía a mi Catalina, a nadie más; y ahí encontraría la respuesta a la gran pregunta, sobre eso se trataría mi trabajo, sería su razón de ser.

Recuerdo que salí de allí, como dicen vulgarmente, con el rabo entre las piernas, pero con mi interior entusiasmado, aunque con mucha ansiedad y demasiados interrogantes. Cómo iba a hacer para conocerme a mi misma, parecería sencillo pero es la tarea más difícil de resolver. Y sabía que si la resolvía podría tener un entendimiento real no solo de mi trabajo si no lo más importante de mi misma y de mi vida.

Aquí esta la clave, el tema de tu obra no viene de una teoría rebuscada, no viene de lo que te dijeron que hicieras; el tema de tu obra viene de ti mismo, de tus propios intereses, de quien eres tú realmente, eso al final es lo que hará la obra honesta, potente, única.

Para responder la pregunta por el tema no debes buscar afuera, debes buscar en tu interior. Te molesta desenfrenadamente la situación del país, adelante trabájalo en tu obra, viviste alguna experiencia que te marco y cambio toda tu percepción sobre la vida, adelante, te conectas profundamente con la naturaleza, te atraviesan las preguntas sobre la existencia, sobre el universo, sobre el ser humano, lo que sea, adelante exprésalo en tu trabajo.

Seguramente cuando encuentres este tema, te llenaras de curiosidad por investigar sobre el, aprender mas, revisar la obra de otros artistas que comparten tus inquietudes, se te abrirá todo un universo de posibilidades ante tus ojos y eso enriquecerá tu vida y por ende tu trabajo.

Ahora la pregunta no es por el tema, la pregunta que realmente debes hacerte es ¿quién soy yo? Conocerte es la clave de tu trabajo. Y quiero aclarar que esto aplica para cualquier tipo de artista, desde el más conceptual hasta el más expresionista.

Y ¿cómo te conoces? Vaya pregunta creo que tendré que escribir otra entrada para esto, yo aún lo estoy descubriendo, desde que soy consciente de ello, cada día aprendo más sobre mi misma. No lo se todo al respecto, no soy coach, ni gurú, pero hay algunas cosas que he aprendido que puedo compartir con ustedes.

Sera en la próxima. Los quiero, chao 🙂