Hola mis queridos lectores, a partir de esta entrada comenzaré a hablarles sobre el proceso creativo. Crear es una de las razones por las que existimos, los artistas tenemos una necesidad vital por crear y expresarnos. Eso es maravilloso y si uno lo piensa también es una tarea difícil, crear algo de la nada no son papitas.
Desde que decidimos ser artistas hay una pregunta vital en nuestro hacer: ¿sobre que hablo en mi trabajo? ¿qué quiero expresar y cómo lo hago? para mi (claramente esta es una apreciación personal) el arte va mas allá de la técnica, del talento, de la palabrería, el arte revela el alma, el espíritu, hay una conexión vital entre quien lo hace y esa cosa que crea, y es esa conexión honesta la que llega a los demás. Tampoco quiero ponerme muy trascendental, ni quiero sesgar a nadie con este comentario, cada uno tenemos diferentes apreciaciones del arte y es una perdida de tiempo decidir quien esta bien y quien mal, el arte y la vida tienen poco o casi nada que ver con estas distinciones. Lo que si quería hacer era resaltar la conexión vital que hay entre el creador y la obra, ya que esta es una de las claves para responder a la pregunta por el tema de nuestra obra.
Cuando estamos en la universidad esta pregunta por el tema nos acecha constantemente y debemos resolverla de distintas maneras en cada asignatura que vemos, por lo general andamos un poco perdidos, tanteando el terreno, esperando a sentir algún interés o afinidad con un tema. Para muchos está búsqueda da resultados positivos pero para otros se convierte en una especie de karma. Por supuesto que esta es una pregunta vital para lo que hacemos, sin embargo, considero que el problema esta en el enfoque que nos dan para encontrar las respuestas. Y este enfoque puede hacer que nos perdamos en el camino.
Recuerdo que en la universidad siempre que tenias alguna posible luz para responder a esta pregunta, tenias que investigar cien mil libros sobre el tema, citar a todos los autores y referentes habidos y por haber y justificar cada pequeño detalle de lo que hacías. La búsqueda de la respuesta siempre partía de alguien más, partía de una teoría, de un autor, etc.
No estoy diciendo que no debamos investigar, leer, buscar teorías, referentes; el problema es el enfoque, el problema es la raíz de nuestros intereses, que al contrario de lo que nos enseñaron no está en los otros, está en nosotros mismos. El día que logré entender esto exploto mi cabeza, pero aún más mi espíritu y mi creatividad.
Este entendimiento se lo debo a una de mis mentoras, una artista colombiana reconocida. Recuerdo el primer día en el que le mostré mi trabajo y me dijo que dejara de hacer lo que estaba haciendo, no es fácil escuchar estas palabras, pero cuando te dan razones honestas y además sientes que éstas resuenan con tu artista interior, que exponen las dudas que tenias y que son verdad para ti; escuchas, tomas nota y haces tus tareas. Tenia que dejar de hacer lo que estaba haciendo, pero y entonces ¿qué hacía?, la tarea que ella me dejo fue conocerme a mi misma, saber realmente quien era yo, escucharme, escuchar mi interior para saber con honestidad que era lo que me inquietaba, que me preocupaba, que me afligía a mi Catalina, a nadie más; y ahí encontraría la respuesta a la gran pregunta, sobre eso se trataría mi trabajo, sería su razón de ser.
Recuerdo que salí de allí, como dicen vulgarmente, con el rabo entre las piernas, pero con mi interior entusiasmado, aunque con mucha ansiedad y demasiados interrogantes. Cómo iba a hacer para conocerme a mi misma, parecería sencillo pero es la tarea más difícil de resolver. Y sabía que si la resolvía podría tener un entendimiento real no solo de mi trabajo si no lo más importante de mi misma y de mi vida.
Aquí esta la clave, el tema de tu obra no viene de una teoría rebuscada, no viene de lo que te dijeron que hicieras; el tema de tu obra viene de ti mismo, de tus propios intereses, de quien eres tú realmente, eso al final es lo que hará la obra honesta, potente, única.
Para responder la pregunta por el tema no debes buscar afuera, debes buscar en tu interior. Te molesta desenfrenadamente la situación del país, adelante trabájalo en tu obra, viviste alguna experiencia que te marco y cambio toda tu percepción sobre la vida, adelante, te conectas profundamente con la naturaleza, te atraviesan las preguntas sobre la existencia, sobre el universo, sobre el ser humano, lo que sea, adelante exprésalo en tu trabajo.
Seguramente cuando encuentres este tema, te llenaras de curiosidad por investigar sobre el, aprender mas, revisar la obra de otros artistas que comparten tus inquietudes, se te abrirá todo un universo de posibilidades ante tus ojos y eso enriquecerá tu vida y por ende tu trabajo.
Ahora la pregunta no es por el tema, la pregunta que realmente debes hacerte es ¿quién soy yo? Conocerte es la clave de tu trabajo. Y quiero aclarar que esto aplica para cualquier tipo de artista, desde el más conceptual hasta el más expresionista.
Y ¿cómo te conoces? Vaya pregunta creo que tendré que escribir otra entrada para esto, yo aún lo estoy descubriendo, desde que soy consciente de ello, cada día aprendo más sobre mi misma. No lo se todo al respecto, no soy coach, ni gurú, pero hay algunas cosas que he aprendido que puedo compartir con ustedes.
Sera en la próxima. Los quiero, chao 🙂