Ser perfeccionistas y demasiado duros con nosotros mismos a la hora de crear

Hola de nuevo, me alegra mucho saludarlos.

Continuando con esta serie de entradas sobre el proceso creativo, quería hablarles sobre dos aspectos que han estado rondando mis pensamientos y mi práctica en estos últimos meses. El primero es sobre el perfeccionismo a la hora de crear y el otro sobre el éxito.

Hoy escribiré sobre el perfeccionismo. Les confieso que sin darme cuenta esta palabra ha guiado mi vida y por supuesto mi práctica artística también. Sabía que esta tenía esta actitud, pero poder reconocerla y ver como afecta cada aspecto y relación de tu vida es algo muy diferente. Creo que muchos creativos sufrimos de este mal, un mal que afecta de maneras increíblemente negativas el proceso creativo.

Por lo general tendemos a ser demasiado duros con nosotros mismos a la hora de crear, bueno, a mi me sucede, no se a cuántos de ustedes les pase igual. Sentimos una presión interior por hacer todo bien, como si cada cosa que hicieras tuviera que ser una obra de arte con mayúsculas, como si el error y el cambio no estuvieran permitidos. Que ridículo suena al escribirlo, pero es cierto.

Se supone que el proceso creativo es un camino libre donde estas en conexión contigo mismo y con lo que te rodea, crear necesita de la libertad de poder jugar y experimentar sin límites. Los perfeccionistas deseamos tener un proceso así y creemos que lo hacemos pero nos domina el control, controlamos cada aspecto de nuestro trabajo, desde la esquina doblada del papel, hasta la dirección de la línea que acabamos de hacer. Que agotador es esto.

El pinche control nos impide explorar las mil y un posibilidades que hay y que pueden enriquecer increíblemente nuestro trabajo, nos impide jugar y mas importante aún nos impide equivocarnos, cuando cada error en el proceso creativo debería ser un hallazgo. Así es, el control castra de maneras increíbles el proceso creativo, nos impide crecer y por supuesto empobrece nuestro trabajo.

Todas aquellas cosas maravillosas que pudimos haber descubierto se perdieron por estar mirando en línea recta, hacia el frente y nunca hacia el lado. No se si a todos les pasa, les confieso que este es uno de mis talones de Aquiles, y estoy trabajando por alcanzar la libertad en mi vida y en mi trabajo. No es sencillo, pero el primer paso es reconocerlo para luego tomar acción sobre ello.

Admiro muchísimo a los artistas que crean con una libertad maravillosa, quienes crean por la motivación que encuentran en el proceso del hacer, y que si no es eso lo grandioso de ser artistas. Que difícil es dedicarnos simplemente a disfrutar del proceso, sin pretensiones mayores, sin pensar que alguien va a ver esto, que lo tengo que publicar en las redes, que cambié y ahora que pensaran mis seguidores, etc.

Tantas trabas que nos ponemos a nosotros mismos, tantas preocupaciones que solo tienen el efecto contrario en lo que hacemos. Si creáramos con libertad plena sin importar nada mas allá de esto, nuestro trabajo se enriquecería increíblemente y llegaríamos a lugares inimaginados. En este caso, podríamos tratarnos con cariño a la hora de crear, conocernos y respetarnos, no nos reprenderíamos a nosotros mismos por lo que logramos o no, por si lo hicimos bien o no, el fracaso sería mas sencillo de afrontar por que los objetivos cambiarían. El objetivo principal sería disfrutar del acto de crear libremente mas allá de los prejuicios, de nuestras barreras, de los demás, del resultado final.

Los calificativos bien o mal no existen cuando creamos con libertad, simplemente es lo que es, unas veces funciona mejor que otras pero todo es parte del proceso. “Solo déjalo ser, déjalo ir” es una de las frases que tengo en mi taller. Hablar de esta libertad creativa sin reproches, sin ser nuestros propios enemigos, parece fácil pero ponerlo en práctica no lo es tanto. Yo estoy en ese camino y les iré contando como me va, si tienen algunos concejos o comentarios que nos puedan ayudar a los que estamos en esta travesía son bienvenidos.

Para terminar los dejo con este capítulo del podcast Creative Pep Talk de Andy J. Miller, les recomiendo todos sus episodios, pero hoy en especial quiero dejarlos con este que habla sobre la presión y las expectativas que nos ponemos a la hora de crear, en lugar de solo disfrutar el viaje: Podcast aquí

Gracias por leer estos pensamientos, que aunque propios considero que nos afectan a mas de uno y si tu eres uno de ellos, hola, esto no te pasa solo a ti, somos muchos por ahí afuera y se pueden ver hasta en los artistas más famosos. Así que relax. Seguiremos dando la batalla.

Hasta la próxima 🙂