Cómo ponerle precio a tu trabajo # 2

Hola mis queridos artistas y creativos. Hoy continuamos con esta serie de entradas para ponerle precio a nuestro trabajo. La entrada pasada escribí cómo calcular el costo de nuestro trabajo, en la entrada de hoy escribiré sobre cómo poner el precio final de nuestras obras.

El costo de nuestra obra es la base para poder poner un precio final. El precio final se compone del costo más un porcentaje de ganancia o margen. Si queremos tener ganancias no podemos cobrar menos de el valor del costo, debemos cobrar más. ¿Cuánto más? Eso depende.

Las obras de arte no tienen una ganancia fija, ésta puede variar dependiendo de tu hoja de vida y tu tipo de trabajo. Por ejemplo, si eres un artista emergente y decides hacer una escultura gigante de oro, a menos que seas Damien Hirst, nadie te va a pagar lo que gastaste en ella, ahora, si decides hacerla seria a modo de inversión en ti mismo con el objetivo que esta pieza te de cierto reconocimiento o te ayude a vender otras piezas de menor valor. Esto también puede funcionar, las ganancias no siempre tienen que representar dinero. Si tu objetivo es vender esta pieza lo más seguro es que tengas perdidas en vez de ganancias. Este ejemplo lo traigo a colación para aclarar que tu margen de ganancia tiene varios factores de cambio, si trabajas con materiales costosos o procesos complejos que requieren mucho tiempo de trabajo lo más seguro es que al principio de tu carrera tu porcentaje de ganancia sea muy poco. O si eres un artista que utiliza materiales reciclados tu margen de ganancia puede ser mayor.

Para poner el precio final a una obra de arte hay que tener en cuenta ciertas variables, una de ellas es tu hoja de vida, a medida que vas haciendo más exposiciones, estudios, residencias o vas ganando premios, tu obra va subiendo de valor. Otra variable es tu tipo de trabajo, si es dibujo, pintura, arte multimedia, etc, dependiendo de ello las obras tiene un precio u otro. Otra variable es el mercado del arte, que se podría decir, es el que maneja los precios finales de las obras, dependiendo del tipo de trabajo y la trayectoria del artista ellos tienen unos rangos de precio establecidos. De igual manera, el mercado del arte se rige por la oferta y la demanda, por cuánto están dispuestos a pagar sus clientes por una obra en específico. Todas estas variables afectan el precio final de una obra de arte.

Es por esta razón que no te puedo decir una fórmula para poner el precio final a tu trabajo. Lo que si te puedo decir es que para solucionar esto debes hacer un trabajo de investigación. Ir a las galerías de arte donde expongan artistas con trayectorias y trabajos similares a los tuyos y ver cuánto cobran por estas piezas. Puedes mirar en internet otros artistas como tu o en galerías on-line y averiguar cuánto cobran por sus trabajos. Preguntar.

A partir de esta investigación y conociendo cuánto es el costo de tus obras, ya puedes poner un precio a conciencia, sabiendo que no vas a perder y que tampoco estas cobrando más de lo que establece el mercado. De esta manera puedes deducir cuanto es tu porcentaje de ganancia y aplicarlo a tu trabajo. Esto también te ayuda a saber cuanto estas ganando en realidad, para después hacer cuentas y ver si te esta yendo bien o no y tomar cartas en el asunto. Adicionalmente saber esto te da un poder de negociación mucho mayor sobre tu trabajo, sabes hasta donde puedes llegar y hasta donde no.

Esto es todo por ahora, espero estas cuatro entradas sobre los precios les hayan ayudado a aclarar sus dudas o a aprender algo nuevo, este es un tema difícil y me encanta poder compartir con ustedes lo que yo he aprendido al respecto.

Si ustedes tiene otros métodos para calcular el precio de su trabajo me encantaría que me los contaran, pueden dejar sus comentarios o dudas directamente aquí, en mis redes @catalinamorenoart o por correo catalinamorenoart@gmail.com

Gracias chicos. Los quiero.

Cómo ponerle precio a tu trabajo # 1

Hola mis queridos artistas y creativos. Hoy continuamos con esta serie de entradas sobre ponerle precio a nuestro trabajo. Es difícil hablar de este tema ya que no hay una formula o guía exacta, sin embargo, podemos indagar en ello para que sea algo más fácil de manejar y generar un sistema que funcione para nosotros mismos.

En las entradas anteriores les conté como he ido aprendiendo a manejar este tema y les deje algunas recomendaciones para tener en consideración. Hoy les quiero hablar en concreto sobre los ítems que deben tener en cuenta a la hora de poner precio a su trabajo, basándome en mi propia metodología. Una metodología que no desarrolle yo sola, si no con la ayuda de @ceropaperland que me enseño a usar excel, a entender los conceptos básicos de finanzas, poder aplicar esto en mi trabajo y así aliviar un poco el estrés que conlleva poner un precio.

Lo primero que les recomiendo es aprender a usar Excel, no tienen que volverse unos nerds de las celdas y las fórmulas, solo deben saber lo básico. Usar Excel les evitara llenarse de papelitos llenos de números y cuentas, que después se entremezclan entre sí y no sabrán de que número era que y al final se desesperarán y se rendirán. Excel hará su vida más fácil.

Cuando vamos a calcular el precio de cualquier cosa, lo primero que debemos saber es cuánto nos costó hacerla, es decir, cuántos materiales usamos y cuánto valen, cuántas horas de trabajo invertimos en ello y cuánto valen estas horas, estos dos ítems son los básicos. Adicionalmente podemos agregar más cosas como por ejemplo la enmarcación, un asistente, etc.

Es muy común que al calcular el costo de nuestro trabajo (ojo el costo es diferente al precio) únicamente tengamos en cuenta lo que gastamos para hacerlo, por ejemplo comprar los materiales, el transporte, mandar a enmarcar y listo. Pero, el tiempo que nosotros dedicamos trabajando en esa obra también es un costo, debes tener en cuenta tus horas laborales y como cualquier empleado recibir una remuneración por ello. Para un artista calcular este tiempo a veces no es sencillo, ya que hacer una obra no solo implica el tiempo que dedicas a realizarla, si no que también hay todo un proceso detrás, de investigación, exploración e ideación, y esto también tiene un valor y debe estar incluido en nuestros costos. Por ejemplo, si eres fotógrafo, tomar una foto aparentemente requiere un segundo que es lo que te demoras en obturar la cámara, sin embargo, para tomar esta foto debiste investigar el lugar, reconocerlo, esperar el momento perfecto, etc, todo esto lo debes incluir. Eso si con cautela si de una sesión de fotos obtienes 5 piezas finales no le vas a cargar todos los costos de producción a una sola foto si no a las 5.

Cuando sabemos cuantas horas laborales dedicamos a hacer una pieza, debemos saber el valor de nuestra hora laboral, para así multiplicar este valor por el número de horas invertidas. Para calcular cuanto vale tu hora laboral no hay una fórmula específica, yo conozco dos maneras, la primera que es la que yo uso, que es calcular cuanto me vale a mi Catalina vivir, es decir, cuáles son mis gastos básicos para poder subsistir, sumo el arriendo, los servicios, transportes, deudas, etc. Si vas a usar este método te recomiendo ser muy realista, puede que tu quieras vivir en un penthouse en Nueva York, pero si acabas de salir de la universidad no puedes cobrar teniendo como referente ese estilo de vida. Así que te sugiero aterrizar en tu realidad y poner los gastos necesarios.

Una vez que sabes cual es el valor de tus gastos, (a esto le puedes sumar otros ítems como tu educación y la depreciación de tus equipos por hora), divides este valor entre 20 días laborales y el resultado lo divides entre 8 horas laborales. Esto te dará el precio de tu hora laboral. El segundo método para calcular tu hora es por similitud, es decir puedes averiguar en el mundo laboral cuánto le están pagando a una persona con una hoja de vida similar a la tuya, con tus mismos estudios y años de experiencia, a partir de esto le puedes poner un valor a tu hora.

Con estos dos ítems básicos: el valor de los materiales que usaste y el valor de las horas que invertiste, puedes saber cuanto te costó hacer esta obra. Esta es tu base, quiere decir que si vas a cobrar $100 por esa obra y te costo $100 hacerla no vas a tener ninguna ganancia solo vas a cubrir los gastos.

Me acabo de percatar lo larga que va esta entrada, así que por hoy dejaremos aquí y en la próxima entrada escribiré la segunda parte para calcular el precio final de tu trabajo. Por ahora puedes ir haciendo el ejercicio de calcular el valor de tu hora laboral y los materiales de tu trabajo, también puedes hacer una tabla en Excel en la que solo tengas que cambiar los datos cada vez que vas a calcular el costo de un trabajo para que sea mucho más fácil.

Les comparto esta información esperando que la puedan usar y les ayude en su camino para poder vivir del arte. Gracias por leer, me encantaría saber sus comentarios, preguntas y sugerencias. ¿Tienen otros métodos para calcular el costo de sus obras?

Pueden comentar directamente aquí, en mis redes @catalinamorenoart o a mi correo catalinamorenoart@gmail.com. La siguiente entrada continuaremos con este tema. Un abrazo.

Recomendaciones para ponerle precio a tu trabajo

Bienvenidos de nuevo mis queridos lectores. La entrada pasada hice una introducción sobre como he aprendido en estos años acerca del a veces confuso y delicado tema de ponerle precio a nuestro trabajo. Hoy comenzaremos a entrar en materiay para ello quiero hablar de algunas cosas que debemos tener en cuenta como artistas al ponerle precio a nuestro trabajo y las repercusiones que esto tiene en nuestra carrera.

Quisiera empezar diciéndoles que en esta labor de ponerle precio a nuestro trabajo no estamos solos, no digo que haya muchísima información, pero si la hay.Cada vez son más los artistas y creativos que comparten sus aprendizajes sobre este temas en redes o en sus propios libros. Con las redes tenemos a las personas a un click de distancia, nada se pierde escribiendo un correo o un mensaje a una persona que tal vez nos puede dar un consejo, o quien quita, nos puede invitar a un café para hablar. Recuerda, no estas solo. Y el conocimiento es de quien pregunta.

Constantemente he visto que algunos artistas ponen el precio de su trabajo a ojo, esta es una jugada de doble filo, cuando pones tus precios a ojo no sabes en realidad cuánto te estas ganando, no sabes cuánto de ese dinero que recibiste fueron gastos y cuánto ganancia. Puede que al hacer la venta te pongas feliz por recibir dinero pero cuando te das cuenta que con eso solo cubres los costos, tu felicidad se puede desvanecer rápidamente. Puede que esta estrategia te funcione y sin saberlo tengas las ganancias adecuadas, o puede que le estés cobrando a tu cliente muchísimo más de lo que debe ser y esto puede ser un riesgo para ti, puede representarte menos ventas.

Si no sabes cuánto te costó hacer esa obra y cuánto es tu margen de ganancia, pierdes tu poder de negociación y el control de tu trabajo. Cuando sabes cuánto te costo hacer una obra y cuánto estas ganando, sabes que para hacer una venta puedes hacer un descuento por X% sin perder. Esto te da el poder de saber hasta donde llegar y ver si ese negocio es conveniente o no para ti.

Hablando de descuentos, este es un tema con el que hay que tener cuidado. Siempre va a llegar alguien que te va a decir que es no se quiensito, que en su casa todo el mundo va a ver tu obra y que conoce mucha gente que compra arte, y que deberías darle un súper descuento por que es una gran oportunidad para ti. Yo aún no entiendo por que si no se quiensito es tan importante no puede pagar el precio indicado, pero bueno. El hecho es que cuando hay alguien interesado en tu obra, te vas a emocionar y esa persona siempre va a tratar de negociar contigo y de cautivarte para que le des un buen descuento. Y aquí es cuando entra en juego tu poder de negociación, sumado con el hacer valer tu trabajo, más, por supuesto, respetar a tu cliente y darle la mejor opción para que compre tu trabajo.

Por esto, es importante que pongas tus precios a conciencia, sabiendo que tu tienes un margen de ganancia adecuado y que no estás sobrevalorando tu obra, así la persona que la compra puede comprar con tranquilidad sabiendo que también es algo bueno para él. Si sabes esto, también debes saber que no es bueno dar un porcentaje de descuento alto,por mucho un 10% máximo un 15%; también deberás saber que no es bueno elevar el precio de tu obra para poder hacer un descuento mayor, esto hace que tu trabajo se sobrevalue y eso no es bueno. Otra forma para negociar dando un porcentaje de descuento bajo o sin descuento es darle a la persona facilidades de pago, eso si nunca entregues tu obra hasta que te hayan pagado la totalidad.

El ideal sería que en esta sociedad no se pidieran descuentos, así todos podríamos cobrar y pagar lo justo. Esperemos eso cambie en el futuro.

Por último quiero hablarles sobre los riesgos de poner un precio elevado a nuestro trabajo. En este punto quiero aclarar, que como creativos debemos cobrar lo que vale nuestro trabajo sin subestimarlo, debemos respetar y darle valor a lo que hacemos. Pero siempre de manera honesta y consecuente. Si somos un artista que esta empezando no podemos cobrar lo mismo que un artista de mediana o larga trayectoria, debemos estar entre el rango de precios de nuestros similares, es decir artistas con una hoja de vida similar a la nuestra y un tipo de obra similar. Los artistas debemos tener mucho cuidado con los precios por que una vez que los subes no los puedes volver a bajar.

Hay casos de artistas jóvenes que les empieza a ir muy bien, todas sus exposiciones se venden y sus galeristas o él mismo deciden subir el precio debido a la alta demanda, sin embargo, si este artista un día deja de vender, ya nunca puede bajar sus precios  por que devaluaría su trabajo y así le va a costar mucho recuperar su carrera. Es por esto que es preferible ir subiendo con calma, lento pero un poco más seguro.

Año tras año las cosas van subiendo de precio y las obras también, en un porcentaje moderado, si en algún momento vas a subir el precio en un porcentaje mayor debes tener la hoja de vida que lo sustente, puede ser por que ganaste algún premio, hiciste una exposición en el exterior, o hay mucha demanda de tu trabajo; hay muchas situaciones que hacen que tu trabajo se evalúe por un precio mayor, pero siempre ten cuidado de no ir más rápido de lo debido.

Con este concejo termino esta entrada, un poco larga pero llena de información que espero les sea útil. Me encantaría escuchar sus comentarios, dudas o sugerencias al respecto, pueden comentar directamente aquí, en mis redes @catalinamorenoart o a mi correo catalinamorenoart@gmail.com. La siguiente entrada continuaremos con este tema.

Gracias por leer este espacio. Un abrazo 🙂

El gran interrogante: el precio de nuestro trabajo

Hola mis queridos lectores. Este año en el blog he estado escribiendo lo que he aprendido hasta ahora en este camino de trabajar profesionalmente como artista. Aún me quedan algunos temas por tocar y he llegado a uno de los temas de mayor complejidad, ponerle precio a nuestro trabajo. Así que lo mejor es que nos pongamos manos a la obra en esta labor.

Llevo 7 años trabajando profesionalmente como artista y en mi experiencia personal, este es un tema que me resulta difícil en algunas ocasiones. Recuerdo la primera vez que tuve que ponerle precio a mis obras para una exposición, no sabía cómo hacerlo, estuve investigando mucho por internet y tuve la suerte que mi pareja sabe de finanzas y me ayudó a entender como funcionan en el mundo real los precios, los márgenes de ganancia, la diferencia entre costo y precio, como saber el precio de una hora laboral/hora hombre, etc.

Para los dos en ese momento fue todo un reto por que yo no sabía mucho sobre esto y él nunca había hecho algo así para un artista. Las personas independientes o con emprendimientos creativos no siempre encajamos dentro de los esquemas financieros habituales. Lo primero que debemos entender es que como artistas somos una empresa, un emprendimiento y no podemos hacernos los de la vista gorda cuando de precios se trata, sobre todo si queremos vivir de lo que hacemos.

Durante estos años, he ido aprendiendo un poco más sobre este mundo del arte que va más allá del taller, he aprendido casi todo a prueba y error, día a día, investigando y buscando soluciones. Creo que para los artistas y creativos en general este es un tema que nos llena de preguntas y del que tenemos pocas respuestas. Precisamente por esto escribo este blog, por que como artista quisiera encontrar más respuestas.

Dentro de estos años también he aprendido que los precios en el mundo del arte parecen ser casi un misterio, sobre todo para los artistas que estamos comenzando y no contamos con un agente del arte que evalúe nuestros precios según nuestro trabajo, hoja de vida y los precios del mercado. A nosotros nos toca hacer esto por nuestra cuenta y aunque es difícil, lo bueno es que podemos aprender, tener mayor conocimiento y control de nuestro propio trabajo.

También he aprendido que hay ciertas reglas cuando de precios se trata y que poner mal un precio puede afectar toda tu carrera. Suena algo trágico, digamos que es algo en lo que hay que poner especial atención, pero tampoco puede sobrecogernos.

Dado que este es un tema tan importante, dedicaré las próximas entradas a hablar sobre él, les daré algunas recomendaciones a tener en cuenta y luego les explicare cómo ponerle precio a su trabajo. Hoy quería darles una pequeña introducción para dar cuenta del acercamiento que tengo en este tema, nos soy una experta, lo que les hablaré se basará en mi propia experiencia, en el aprender y desaprender continuo, en mi propia búsqueda por entender como funciona esto de ser artista.

Gracias por leer este blog. Que tengan un lindo día 🙂

Visitas y ventas en el taller

Hola mis queridos artistas, espero estén teniendo un gran día. En entradas anteriores les hablé sobre como podemos mostrar y vender nuestro trabajo en diferentes espacios. Adicionalmente, hay un lugar donde todos podemos mostrar nuestro trabajo y llegar a venderlo, este lugar es nuestro taller.

Nuestro taller es aquel lugar casi sagrado donde creamos nuestro trabajo, es allí donde tenemos nuestros bocetos, materiales, experimentos, nuestras obras y demás cosas que componen nuestro quehacer y estilo de vida. Nada más interesante que poder visitar el taller de un artista y tener un acercamiento a la persona que esta detrás de las obras y ver su mundo. Es por esta razón que muchas veces nuestro taller se convierte en el espacio para acoger a personas interesadas en nuestro trabajo, ya sean curadores de arte, galeristas, compradores, amigos, etc.

En tu taller puedes realizar diferentes actividades como por ejemplo un Open Estudio, puedes reunirte con otros artistas y hacer una venta de taller, etc. Invitar gente a tu taller es una buena forma de conectar con aquellos a quienes les gusta tu trabajo y de generar oportunidades de venta, sin tener un intermediario.En la actualidad las formas tradicionales de vender arte ya no son las únicas, con las redes sociales y las páginas web es muy fácil que alguien interesado en tu trabajo te contacte directamente o que tu puedas contactarlos a ellos. Eso es algo que debemos agradecer de ser artistas en esta época.

Mostrar tu trabajo en el taller, te permite tener un contacto directo con la persona interesada, hace que la relación sea personal y pueda llegar a ser muy significativa para ambas partes, si vas a vender puedes tener el control de los precios y de la forma de pago. Sin embargo, y esto es algo que quiero dejar muy claro, cuando vendes en el taller debes vender al mismo precio que vendes en cualquier otro lugar, por ejemplo en una galería. No te recomiendo estar cambiando los precios dependiendo del lugar o de la persona, tu obra debe tener un precio fijo de venta al público.

Este es un aspecto difícil de manejar por que las personas que te contactan directamente esperan obtener un mejor precio de venta ya que tu no tienes que dar un porcentaje al intermediario, sin embargo esta es una situación de mucho cuidado, y hay que manejarla como tal. Yo te recomiendo no bajar los precios de venta, si deseas puedes tener una atención con el cliente haciéndole un pequeño descuento o dándole facilidades de pago. (Próximamente escribiré algunas entradas sobre los precios y como manejar esto)

A tu taller también te pueden visitar curadores o galeristas interesados en ver directamente tu obra, saber en que proyectos nuevos estás trabajando y de acuerdo a esto ver si puedes entrar en alguna de sus exposiciones o proyectos. Para estas visitas te recomiendo tener tu taller preparado, pensar en que obras quieres mostrar, preferiblemente las mejores que tengas y las más recientes y pensar en que les vas a contar de cada pieza dependiendo de los intereses de tu visitante. También puedes insertarlos un poco más en tu mundo mostrándoles tus proceso, motivaciones e influencias. Ten a la mano en tu computador fotos de tus otros proyectos o tu pagina web, tu hoja de vida y tu statement.

El taller es un espacio que se puede aprovechar de muchas maneras y te puede abrir puertas. No importa si es un espacio pequeñito o grande, si esta dentro de tu casa al lado de la cocina, lo importante es saber aprovechar sus cualidades.

Con esto los dejo por hoy, gracias por dedicar una parte de su tiempo a leer este blog. Los quiero 🙂

Cómo hacer un certificado de autenticidad

Hola mis queridos lectores. Seguimos avanzando en esta serie de temas relacionados con trabajar profesionalmente como artista. Nos quedan algunos puntos por tocar, aunque ya he escrito sobre la gran mayoría, y espero les hayan sido útiles.

Hoy les quiero hablar sobre un documento muy importante que deben tener en cuenta a la hora de vender su obra. Éste es el Certificado de Autenticidad. Como su nombre lo dice es un documento que certifica que la obra que acabas de vender es de tu autoría, este documento valida su originalidad.

Para la persona que compra tu obra este es un documento muy importante, y por lo tanto para ti también lo debe ser. Para efectos del mundo del arte, en especial del mercado del arte, este documento es muy importante, que una obra tenga su certificado de autenticidad hace que la venta de esa pieza sea más fácil y el precio puede cambiar considerablemente si esta tiene o no el certificado. No es suficiente que la obra se reconozca por tu estilo personal o que este firmada por ti ( si es el caso, ya que no siempre acostumbramos firmar las obras), para efectos comerciales es importante que tenga el certificado.

Este es un documento muy sencillo de realizar, sin embargo dada su importancia, considero que debemos poner un poco de empeño en hacerlo bien, he visto certificados que parecen una fotocopia, impresos en una hoja de papel súper delgado, en blanco y negro. Por favor, si quieren mostrarse ante los demás como un profesional, especialmente frente a la persona que se conectó con su obra y quiere comprarla, lo menos que pueden hacer es entregarle un certificado bien hecho.

Hacer bien un certificado no es nada complicado, solo hay que imprimirlo con buena calidad, a color si la obra lo requiere, en un papel con un buen gramaje y ponerlo en una carpeta.

¿Cuáles son los elementos de los que se compone el certificado de autenticidad?

El primero es una buena fotografía de la obra en mención, el segundo es la ficha técnica, es decir el título de la pieza, la técnica, las dimensiones y el año de realización, si es una pieza seriada debes indicar el número de la serie correspondiente a esa pieza (ejm: 3/50) y si es una pieza única también es recomendable mencionarlo. También debes poner tu nombre, tu documento de identidad, la ciudad y la fecha.

Adicionalmente debes escribir un pequeño párrafo que indique que este documento certifica que esta obra es de tu autoría. Y si quieres agregar algo más como una frase sobre los derechos de autor que reservas, también lo puedes poner, cualquier cosa que creas necesaria e importante.

Finalmente te recomiendo poner tus datos de contacto y lo más importante firmar el documento con tu puño y letra. Anteriormente se pedía que los certificados estuvieran autenticados en notaria, actualmente casi no se usa esta modalidad pero si te lo piden solo debes ir a la notaria y listo.

Personalmente a mi me gusta que mis certificados tengan un diseño especial nada muy extravagante, solo un pequeño detalle y me gusta hacer mis propias carpetas para entregarlos. Considero que todo lo relacionado a tu trabajo debe hablar de ti y debe mostrar que respetas y amas lo que haces.

Esto es todo por hoy. Espero esta información les sea útil para su carrera como artistas, me encanta compartir con ustedes esta información, espero puedan aprovecharla. Gracias por leer este blog. Un abrazo.

Trabajar con una galería

Hola mis queridos artistas. La entrada pasada escribí algunos concejos para encontrar una galería, así que hoy les quiero hablar sobre el paso a seguir: cómo trabajar con una galería. Considero importante hablar sobre este tema, ya que muchas veces cuando estamos empezando o nos contactan por primera vez de una galería no sabemos a que nos enfrentamos, ni como funciona.

Un profesor me dijo una vez que una relación con una galería, es como una relación de pareja, no hay que suponer cosas sino dialogarlas, hay que decir en voz alta nuestras expectativas respecto a la galería y a nuestra carrera como artistas, hay que escuchar, respetar y sobre todo, tener las cosas muy claras desde el principio para no tener malentendidos en el futuro.

Cuando hablamos de relaciones de negocios las cosas son delicadas y diplomáticas, por eso, siempre es bueno tener una buena comunicación, mucho respeto de ambas partes, preguntar cuando no hay algo claro y establecer la condiciones de trabajo desde el principio.

Lo primero que hay que tener en cuenta al trabajar con una galería es que esto es un negocio, claro, es un negocio manejado por y para personas que aman el arte, sin embargo, las dinámicas son las que marca el mercado del arte. Y tengo que aceptar que como artistas muchas veces esta parte nos da un poco duro, por que el mundo del mercado del arte es totalmente diferente al mundo de crear arte, nuestro mundo. Pero si eres un artista que ha decidido trabajar con galerías, ferias, etc, el mercado del arte también hará parte de tu camino, así que es mejor aprender sobre él para no perderse. Aunque no sea fácil.

Cuando una galería quiere trabajar contigo, quiere decir que les gusta tu trabajo y que entras dentro de su enfoque artístico y comercial.

El trabajo de la galería es mostrar tu trabajo en su lugar de exhibición o en ferias y eventos de arte, pero con solo mostrar tu obra no vive ni la galería ni tu, así que su principal función es tener una base de posibles compradores, invitarlos a la exposición, llamarlos, negociar con ellos, etc. En resumen, encargarse de las relaciones comerciales y de vender tu obra. La galería ideal es aquella que también esta interesada en que crezcas como artista y de alguna manera te ayuda a lograrlo, como por ejemplo, con prensa, buscando colecciones importantes donde pueda estar tu obra, etc. Esto no es muy común, pero es el deber ser ya que tanto a ti como a la galería les viene muy bien que tu trabajo madure, sea conocido y que por ende la gente lo quiera y se valorice.

Cuando expones con una galería, tanto tú como la galería están haciendo una apuesta en la que las dos partes arriesgan y ganan. Tu pones tu trabajo y ellos el suyo, y por ende hay una división de las ganancias obtenidas. Si es que hay algunas. Generalmente las galerías cobran una comisión del 50%, ya lo se, a mi también me parece un valor alto, pero si la galería con la que trabajas de verdad hace todo su trabajo, se interesa por ti como artista y te ayuda a crecer, no tienes problema en darle esa comisión. Pero siento desilusionarlos, por que no todas las galerías lo hacen.

El mercado del arte es un mundo difícil y competitivo. Y aunque no nos guste como suena, el arte es un artículo de lujo, no es una necesidad básica, la gente puede vivir sin él. Así que acá todos lo tenemos difícil, tanto las galerías como los artistas.

Adicional a la comisión, la galería no debería cobrarte nada más. Te aconsejo que si alguna vez para exponer en alguna galería te cobran por el espacio de exposición, no lo hagas. Por lo general estos espacios tienen mayor interés en generar ingresos que en tu obra, así que esa relación no dará muchos frutos y tu estarías arriesgando todo solo. A menos que sea algo muy excepcional, pero no lo recomiendo. Si en algún momento te cobran por el montaje de la exposición o te piden que pintes la galería de nuevo, averigua bien si ese espacio trabaja así, pero por lo general esos gastos los cubre la galería, te lo digo por que una vez me paso.

No todas las galerías tienen las mismas condiciones de trabajo, por eso siempre es bueno preguntar todo de antemano, ¿Qué deberías preguntar?: cuál es le porcentaje de comisión, al precio base le suben el valor de algún impuesto, hacen descuentos y que porcentaje es, quien se hace cargo de ese descuento, por cuanto tiempo van a estar exhibidas las obras, después de la exposición por cuanto tiempo van a manejar ellos la obra, la galería tiene seguro, quien se encarga del montaje de las obras, que pasa si se daña alguna pieza, si se vende alguna obra en cuánto tiempo te pagan y de que manera, te hacen algún tipo de retención?, esas son algunas preguntas básicas, tu puedes hacer las que creas necesarias.

Después de saber todos los términos, puedes tomar una mejor decisión de si quieres trabajar con ellos o no. Y si tu respuesta es un sí, asegúrate de que todos estos términos queden estipulados en algún documento, puede ser uno muy sencillo, pero es muy importante tenerlo. (En la próxima entrada hablaré de este punto con más detalle)

La relación artista/galería, es una relación de tu a tu, tanto tu eres importante por que sin los artistas las galerías no existirían, y la galería también es importante por que te permiten ampliar tu hoja de vida y recibir ingresos por lo que haces.

Es por esto que cada una de las partes debe respetar a la otra. Así que quiero hablarte sobre las cosas que debes tener en cuenta para tener una relación sana. La idea es que tanto tú como la galería crezcan, así que si tienes una exposición con ellos ayuda a divulgarlo con tus contactos, en tus redes, donde te sea posible. Asiste a las inauguraciones o eventos que tengan programados para tu exposición. Y algo muy importante, nunca hagas conejo, a que me refiero con esto, si la galería en este momento esta haciendo su trabajo tratando de vender tus obras, y alguna persona te pide que se las vendas directamente para que les puedas dar un mejor precio y quedarte con toda la ganancia, no lo hagas, puede que esto te signifique una venta pero también te puede significar el fin de tu relación con la galería; la competencia desleal nunca es buena, así que mientras tus obras estén con la galería respeta esto. Si durante la exposición te preguntan tus datos o te hacen una propuesta, siempre dirige esa persona hacia alguno de los miembros de la galería para que te contacten por medio de ellos.

La idea es que la galería este feliz de trabajar contigo y por ende te tengan en cuenta para sus proyectos.

Te recuerdo antes de trabajar con una galería investigar si es un lugar honesto, de lo contrario no lo hagas. Y siempre pregunta primero las condiciones y haz que queden estipuladas en algún lugar. Si en algún momento tienes algún desacuerdo habla de él con respeto y siempre deja las puertas abiertas.

Estos son los concejos que les quiero dar en este momento, todos basados en mi experiencia. Aún me falta mucho por aprender, pero a medida que avance en el camino, se los iré contando. Si ustedes también tienen los suyos los pueden compartir con nosotros en sus comentarios.

Gracias. Un abrazo.

Vender tu trabajo no es vender tu alma

Hola queridos creativos, me encanta estar con ustedes una vez más. Continuemos con esta serie de entradas sobre trabajar profesionalmente como artista, la entrada pasada aclaramos que significa ser profesional, así que ahora podemos continuar. Hoy hablaremos sobre vender nuestro trabajo.

Me he dado cuenta que este blog tiene mucho que ver con mi constante lucha por derribar muchos de los prejuicios que tenemos como artistas, tanto en lo creativo como en lo profesional. Y uno muy grande tiene que ver con vender nuestro trabajo y recibir dinero por nuestras creaciones.

Dado que nuestro trabajo está íntimamente ligado a nosotros mismos, a nuestro espíritu, a nuestra mente y a lo que somos, muchas veces es difícil separarnos de lo que hacemos e incluso ponerle un precio. Como creativos disfrutamos tanto lo que hacemos, que al no parecer un trabajo sentimos pena al cobrar por ello; a veces nuestra incredulidad en nuestro arte y en nosotros mismos hace que no valoremos lo que hacemos, y muchas veces al vender lo que hacemos sentimos que se nos juzga desde afuera como si fuéramos unos vendidos.

Y en este último punto quiero aclarar algo muy importante, cada uno decide que tipo de artista quiere ser y cuál es su camino; algunos artistas tienen trabajos que funcionan muy bien comercialmente, venden bastante, y deciden tomar este camino. Hay artistas que toman un camino diferente, o que tienen trabajos difíciles de comercializar, y hay otros que son una mezcla de ambos. No hay una manera correcta de ser artista y ninguna esta bien o mal, ni una es más merecedora que otra. Cada uno decide su camino, o se le van abriendo las puertas en uno o en otro.

Si eres artista y quieres vivir de ello, o estas constantemente mostrando tu trabajo, seguramente alguien va a querer algo tuyo, y en algún momento vas a tener que vender tus creaciones. Y puedes tomarlo de dos maneras, puedes encerrarte, atarte a tus obras, a tus hijos, no dejarlos ir nunca y guardarlos en un closet en tu casa. O puedes verlo como algo positivo, como un elogio, el resultado de tu arduo trabajo y una oportunidad para que alguien más disfrute de lo que haces y lo pueda compartir con los suyos.

No se que tan positivo sea atarse a sus propias obras, no dejarlas ir, es casi como idolatrarlas, protegerlas, y no creo que eso sea algo positivo si quieres crecer. Claro esta, que si hay una obra a la que le tienes mucho aprecio, significa mucho para ti y no la quieres vender, no lo hagas. Es igualmente importante que conserves algunas obras de tus proyectos para que puedas ver la evolución en tu trabajo, reevaluar, observar y aprender de ti mismo; así también si alguien va a visitarte a tu taller, puede darse cuenta de tu trayectoria.

Respecto a vender tu trabajo sin vender tu alma, quiero hablarles desde lo personal. Sí, yo vendo mi obra, no tengo problema en hacerlo y me da mucha felicidad cuando alguien compra mi trabajo. Significa que esa persona se conectó de alguna manera con mi trabajo al igual que yo lo hice al crearlo y compartir eso es muy especial. Sin embargo, vender no es mi motivación para crear, y esto es algo que me da un balance y no deja que pierda mi norte, hacer arte es una de las razones por las que me levanto cada día, por que si dejo por un tiempo de hacer esto me entra mucha ansiedad por retomarlo, me hace mucha falta, y sobre todo, lo hago por que hacer arte me permite contemplar y reflexionar sobre mi misma, mi vida y el mundo en el que vivo. Esta es mi motivación principal, esta es mi base y mi polo a tierra. Ahora, si además de esto, resulta que mis obras le gustan a alguien más y las quiere comprar, bienvenido sea. Tener este norte trazado me ha ayudado a establecer unos principios claros a la hora de crear, mostrar y vender mi trabajo, lo que me ayuda a tomar mejores decisiones y oportunidades.

Esta es la manera en la que encuentro un equilibrio entre crear y vivir de ello, y esta es mi manera, no significa que también deba ser la tuya. Cada uno tiene que crear su camino y buscar su norte. Así que querido artista, vender tu trabajo no implica vender tu alma, a menos de que tu así lo quieras.

Para finalizar, los quiero dejar con un bello poema de Rupi Kaur el cuál tengo pegado en una pared de mi taller para recordar lo esencial.

“Tu arte
No consiste en la cantidad
de gente a la que le gusta
tu trabajo
Tu arte
consiste en si a tu corazón
le gusta tu trabajo
si a tu alma le gusta tu trabajo
Consiste en lo sincera
que eres contigo misma
y
nunca debes cambiar
la honestidad por
el reconocimiento”
-Rupi Kaur

Qué significa ser profesional?

Hola mis queridos creativos. Continuamos en esta serie de entradas sobre la otra cara de ser artista: el lado profesional y emprendedor del asunto, cosas que debemos hacer cuando decidimos dedicarnos al arte y eventualmente vivir de ello.

Me di cuenta que en las entradas anteriores he mencionado mucho esto de trabajar profesionalmente como artista, pero, qué significa ser profesional?, considero que es algo que debemos aclarar antes de continuar.

Cuando dedicarse al arte pasa más allá de sólo hacer lo que nos gusta, disfrutar el proceso o tal vez tratarlo como un pasatiempo. Cuando hacer arte, se convierte en tu prioridad, en algo que quieres hacer toda tu vida, cuando te comprometes profundamente y por supuesto quieres trabajar en ello y vivir de lo que haces; la cosa se pone más seria y requiere de nuestra seriedad y compromiso para lograrlo.

Para mi, ser profesional es una actitud, una decisión, un compromiso, pero sobre todo es respeto contigo mismo y con lo que haces. Y este respeto abarca todo lo que hacemos como artistas, desde el proceso creativo hasta vender tu trabajo.

Mostrar respeto por tu trabajo significa: dedicarle el tiempo necesario, ya sea para investigar, pensar, experimentar; significa comprometerte con eso que estás haciendo. Significa usar los mejores materiales y herramientas que puedas tener en ese momento, significa mostrar tu trabajo de la mejor manera posible; créeme que es muy diferente si alguien te pide una propuesta y tu le muestras un dibujo en un papel arrugado y guardado dentro de tu maleta, a que si lo muestras en un buen papel y por lo menos dentro de una carpeta, esto demuestra que valoras tu trabajo. Igualmente en tu espacio de trabajo, es muy diferente si tiras donde sea lo que haces, a que si lo guardas en algún mueble o lo envuelves, según sea el caso. A lo que me refiero es que debemos respetar lo que hacemos, eso es ser profesional.

Mostrar respeto por ti mismo significa: hablar con propiedad de ti y tu trabajo, ojo, no confundir propiedad con petulancia; significa bañarte y vestirte lo mejor que puedas cuando tienes una reunión de trabajo o una exhibición, con tu estilo propio, pero lo mejor que puedas. Significa aceptar las oportunidades de trabajo con las que te sientes emocionado o por lo menos tranquilo, y decir no cuando sientes que se están aprovechando de ti o que la oportunidad no va con tus principios. Significa organizar tu tiempo para que puedas tener el estilo de vida que quieres, esto también significa hacer tus cuentas, tener tus asuntos financieros y legales en orden para que puedas estar tranquilo, significa poder pagar tu salud y tu pensión, alimentarte bien, etc. En resumen, significa valorarte a ti mismo, eso es ser profesional.

Respetar nuestro trabajo y a nosotros mismos es la base de todo, perohay un factor más a considerar y es el respeto que mostramos hacia los demás,en especial hacia los que trabajan o quieren trabajar con nosotros.Muchas veces nos quejamos de que no nos tratan como profesionales, pero para ello debemos demostrar que los somos.

Respetar a los demás en el ámbito profesional significa: responder los correos y llamadas que te hacen, entregar a tiempo lo que sea que te hayan pedido, una propuesta, un certificado, las obras para la exposición, fotos de tu trabajo, lo que sea, por favor entrégalo a tiempo; si estas atrasado házselo saber con antelación a la persona que esta esperando. Significa llegar a tiempo a tus reuniones, cumplir con lo que te comprometiste, si crees que no vas a poder cumplir no te comprometas. Si vas a entregar un trabajo, entregarlo de la mejor manera posible, bien presentado, empacado, si quieres ponerle algo adicional que haga parte de tu marca personal mejor aún. Significa llamar y estar pendiente, ser honesto, hablar amablemente y sonreír, en resumen, es respetar el tiempo y la confianza de los demás, y valorar el interés que tienen en ti y en tu trabajo.

 Les hablo de este tema con propiedad por que es una de las columnas vertebrales en mi vida y en mi trabajo, y tener esa actitud y compromiso me ha abierto muchas puertas y lo que es mejor aún, me ha permitido mantenerlas abiertas. Y lo he visto en muchos otros creativos, en aquellos que ves crecer fieles a si mismos, a sus principios y a su trabajo. Considero que este es un factor diferenciador entre los que avanzan y los que no.

Es sencillo, si alguien te ofrece una oportunidad y tu nunca le respondes, no cumples, no muestras interés, presentas las cosas mal, sin interés, ni motivación, te tienen que llamar mil veces para que hagas algo, no muestras respeto por ti mismo o tu trabajo, obviamente nunca te volverán a llamar, ni darán buenas referencias de ti, y créeme en este trabajo eso es algo muy importante.

Como puntada final, les confieso que me molesta enormemente el estereotipo que hay sobre los creativos en este asunto de ser profesional, se nos tiene por incumplidos, andrajosos, que no sabemos hacer cuentas, somos desordenados, etc. Y eso no es del todo verdad, los artistas podemos ser tan profesionales como queramos, tenemos todo para serlo. Y al mismo tiempo me molestan enormemente los artistas que refuerzan este estereotipo y que se excusan en él para no cumplir, para entregar todo mal presentado y tarde, como si no les importara. Queridos colegas, si no quieren respetarse a si mismos háganlo por los demás que luchamos para cambiar esa mala imagen que tenemos. Por que nos importa, por que trabajamos día a día por ser profesionales y queremos que nos traten como tal.

Me disculpo por desahogarme con ustedes, pero creo que es importante hacerlo cuando tiene un propósito. Gracias por leer, espero sus comentarios, y les agradezco si pueden regar la voz y compartir con los suyos este blog. Besos.